Hoy en día, cualquier cámara digital dispone de histograma, desde las más potentes réflex, hasta las compactas más baratas. El histograma es una representación gráfica de los niveles de luminosidad que contiene la foto y nos puede ayudar para conocer si hemos efectuado una correcta exposición de ésta o, por el contrario, si la foto está mal expuesta. Pero, ¿Cómo funciona un histograma y, lo más importante, cómo se interpretan esos valores?
Como he comentado antes, un histograma nos va a representar la cantidad y distribución de luz que contiene la fotografía. Para ello se vale de una representación horizontal que contiene los valores que van desde 0 a 255, siendo cero el negro absoluto y 255 el blanco y que leeremos de izquierda a derecha. En cada uno de esos valores, se levanta una línea vertical que nos va a indicar el valor gráfico porcentual de la cantidad de píxeles para esa luminosidad que tiene la foto. Es decir, cuanto más alta sea esa barra, más píxeles que contengan ese mismo nivel de luminosidad habrá.
¿Cómo interpretamos un histograma?
Generalizando, nos podemos encontrar básicamente con tres situaciones típicas. Una, que la foto nos haya quedado subexpuesta. Otra, justamente lo contrario, que hayamos sobreexpuesto la foto y, una tercera, en que evidentemente, la foto este expuesta correctamente.

¿Cómo interpretamos un histograma?
Generalizando, nos podemos encontrar básicamente con tres situaciones típicas. Una, que la foto nos haya quedado subexpuesta. Otra, justamente lo contrario, que hayamos sobreexpuesto la foto y, una tercera, en que evidentemente, la foto este expuesta correctamente.


Este sería un ejemplo de un histograma con la información de una correcta exposición. Nos damos cuenta porque ocupa la práctica totalidad de todos los niveles de luminosidad, con más o menos intensidad cada uno, pero rellenando todos los huecos.
Dicho esto, también podemos aprovechar el histograma para observar, a simple vista, otro tipo de características que va a tener la toma que hayamos hecho, como por ejemplo, el contraste. Para ello, dependiendo de donde se encuentren las líneas verticales más altas, nos dará una idea de cuan contrastada está la foto.


Cabe destacar, que es conveniente asegurarse que cuando hayamos disparado, no tengamos las lineas comprimidas tanto a la izquierda como a la derecha, ya que eso, sobretodo a la derecha, puede significar que hayamos quemado la fotografía. Esto no es tan importante cuando las tomas las efectuamos en RAW, ya que con este sistema de archivos, es posible, en parte, recuperar parte de la información quemada, siempre y cuando exista algún canal RGB que no lo esté, pero ese es otro tema para otro artículo.
Espero que os haya podido ayudar aquellos que desconocierais el funcionamiento de esta magnifica herramienta que disponemos en nuestra cámara y, a aquellos que ya la conocierais, pues no está de más repasar de vez en cuando.
Espero que os haya podido ayudar aquellos que desconocierais el funcionamiento de esta magnifica herramienta que disponemos en nuestra cámara y, a aquellos que ya la conocierais, pues no está de más repasar de vez en cuando.
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